Psicólogo para Adolescentes en Bogotá

Normalmente cuando una familia, en este caso los padres o los representantes del menor de edad, deciden asistir a consulta con un psicólogo para adolescentes en Bogotá, es porque están presenciando problemas que son comunes en esta etapa de constantes cambios, y asisten al psicólogo para adolescentes en Bogotá conscientes de que son dificultades complicadas de resolver en casa.

En consulta con el psicólogo para adolescentes en Bogotá, hacemos una evaluación previa en la que evaluamos si únicamente debemos atender los problemas manifestados por la familia del menor de edad, o si hay otros problemas de fondo que sean aún mas importantes de atender. De acuerdo a esta evaluación del psicólogo para adolescentes en Bogotá, programamos las diferentes sesiones de psicoterapia necesarias para el caso y la cantidad de reuniones que se necesitan para lograr los objetivos planteados.

La mayoría de las veces nuestro psicólogo para adolescentes en Bogotá, es contactado por problemas como:

Mal comportamiento, desobediencia.
Trastorno de depresión y ansiedad.
Trastornos de alimentación como bulimia y anorexia, el psicólogo para adolescentes en Bogotá, recibe muchos pacientes que se preocupan excesivamente por su apariencia, en ese período para ellos es importante ser perfectos físicamente.
Adicciones.
Desinterés por compartir con amigos.
Alteraciones del sueño.
Psicólogo para adolescentes en Bogotá con problemas de autoestima.
Problemas con la sexualidad.
Desinterés por los estudios.
Entre otros.

Siempre que se presenten estos problemas es importante que nos contactes, el psicólogo para adolescentes en Bogotá buscará la mejor forma de ayudar a corregir estas situaciones, pero dicha intervención debe ser a tiempo para evitar complicaciones.
En este sentido, y ante la acostumbrada apatía y rechazo del menor de edad a ser atendido por un psicólogo para adolescentes en Bogotá, procuramos hacerle sentir que entendemos sus cambios, y que, por el hecho de haber pasado por ese mismo proceso, no somos su terapeuta sino un amigo y aliado.

Terapia Psicológica

La terapia más utilizada por nuestro psicólogo para adolescentes en Bogotá, es la terapia individual, la cual permite que el menor de edad se exprese y plantee lo que siente y piensa. Ese ambiente privado pero de confianza que ofrece el psicólogo para adolescentes en Bogotá, es el que podrá darle la oportunidad de conocer lo que el paciente requiere para llevar el periodo de adolescencia de forma más sana y sin traumas.

Posteriormente, el psicólogo para adolescentes en Bogotá, incorporará a otras personas del entorno familiar a la terapia que entonces sería la terapia familiar. La presencia de los padres es sumamente importante en la consulta con el psicólogo para adolescentes en Bogotá, ya que muchos de los problemas del adolescente surgen por las diferencias y conflictos entre padres e hijos.

Recomendaciones de nuestro equipo de psicólogo para adolescentes en Bogotá

Aún y cuando estamos conscientes de lo complicado de esta etapa, podemos trabajar en conjunto para minimizar las complicaciones de ésta, a continuación te hacemos algunas sugerencias a aplicar como padres o representantes de adolescentes:

Asista a las actividades desempeñadas por sus hijos.
Establezca tareas en el hogar con las que deban cumplir todos los integrantes de la familia incluyendo a los adolescentes.
Imponga reglas de disciplina a cumplir dentro y fuera de casa.
Sea ocasionalmente flexible.
Genere conversaciones con su hijo adolescente y escuche con atención.
Cree confianza entre padres e hijos.
Eduque con el ejemplo, demuestre valores y buena conducta frente a otros, son detalles que los hijos van aprendiendo.

La adolescencia es uno de los períodos más importantes y a la vez difíciles de la vida, es un período en el que se termina de desarrollar la personalidad y los cambios que se dan influyen de forma determinante en la adultez. Por tal motivo, y como psicólogo para adolescentes en Bogotá, consideramos que contar con nuestro equipo de profesionales como aliados a lo largo de todo este proceso, genera cambios muy positivos para el menor de edad y su entorno familiar y social.